Aparte de que me ha encantado la reflexión, me has transportado a esa cafetería totalmente por un momento (a mí sí me encanta el café jaja). ¡Cómo escribes!
Yo tuve que irme de Madrid (y España) para tener el tiempo y espacio mental para pensar quién era y qué me gustaba realmente. Es maravilloso descubrirlo y entregarte a ello, pero también puede ser un poco solitario, justo por lo que comentaban en el podcast, que al final queremos “pertenecer”. Muchas de la cosas que me gustan ahora no tienen nada que ver con lo que le gusta a mi familia y grupo de amigos, así que echo de menos compartir gustos. Y lo que me hacía conectar con ellos en muchas ocasiones (como el futbol) ahora no me dicen nada y me aburren. Siempre terminamos renunciando a algo...
De todo esto me he dado cuenta leyéndote, así que gracias por compartir tu reflexión ❤️
Muchas gracias, María. Yo estoy en ese momento en el que sé que tengo que irme de “aquí” para encontrar mi sitio. Tengo que enfrentarme a la realidad y ver quién soy qué quiero. Es un acto que, como dices, da mucho miedo porque lleva implícita mucha soledad. Estoy trabajando para que ese sentimiento de aislamiento no me pese tanto. A ver si lo consigo.
Me alegra que, al menos, en tu caso hayas podido identificar qué te define y qué no lo hace.
Maravilloso. He encontrado este post gracias a LinkedIn y me ha encantado. Pienso en ello constantemente. Ahora en verano siempre pienso realmente a la gente le gusta ir a la playa??? O lo hacen porque en verano es lo que hay que hacer para no ser un pringado y porque es lo que en teoría es idílico. Y así con mil cosas. Me pregunto a menudo si naciésemos fuera de estímulos e influencias que quedaría de nosotros. Yo me estoy dando cuenta que con los años me parezco mas a la niña que era porque me he quitado cosas que hacia para encajar o agradar. Gracias por el texto. Estaré por aquí atenta a tus palabras y voy a escuchar ahora el podcast que recomiendas.
Aparte de que me ha encantado la reflexión, me has transportado a esa cafetería totalmente por un momento (a mí sí me encanta el café jaja). ¡Cómo escribes!
Yo tuve que irme de Madrid (y España) para tener el tiempo y espacio mental para pensar quién era y qué me gustaba realmente. Es maravilloso descubrirlo y entregarte a ello, pero también puede ser un poco solitario, justo por lo que comentaban en el podcast, que al final queremos “pertenecer”. Muchas de la cosas que me gustan ahora no tienen nada que ver con lo que le gusta a mi familia y grupo de amigos, así que echo de menos compartir gustos. Y lo que me hacía conectar con ellos en muchas ocasiones (como el futbol) ahora no me dicen nada y me aburren. Siempre terminamos renunciando a algo...
De todo esto me he dado cuenta leyéndote, así que gracias por compartir tu reflexión ❤️
Muchas gracias, María. Yo estoy en ese momento en el que sé que tengo que irme de “aquí” para encontrar mi sitio. Tengo que enfrentarme a la realidad y ver quién soy qué quiero. Es un acto que, como dices, da mucho miedo porque lleva implícita mucha soledad. Estoy trabajando para que ese sentimiento de aislamiento no me pese tanto. A ver si lo consigo.
Me alegra que, al menos, en tu caso hayas podido identificar qué te define y qué no lo hace.
Nos leemos 🙂
Maravilloso. He encontrado este post gracias a LinkedIn y me ha encantado. Pienso en ello constantemente. Ahora en verano siempre pienso realmente a la gente le gusta ir a la playa??? O lo hacen porque en verano es lo que hay que hacer para no ser un pringado y porque es lo que en teoría es idílico. Y así con mil cosas. Me pregunto a menudo si naciésemos fuera de estímulos e influencias que quedaría de nosotros. Yo me estoy dando cuenta que con los años me parezco mas a la niña que era porque me he quitado cosas que hacia para encajar o agradar. Gracias por el texto. Estaré por aquí atenta a tus palabras y voy a escuchar ahora el podcast que recomiendas.
Gracias, Grace. Me alegra que estés aprendiendo a liberarte de esas cosas que no te dejan ser más tú. Ya me irás contando qué tal ese camino 🙂